Esta es la historia de lo que ha pasado con la humanidad hasta ahora: El Mahābhārata.
Para contárnoslo, esta gran historia usa otras muchas historias pequeñas, como el relato del encuentro de un hijo del viento, Bhima, con Hanuman, otro hijo del mismo elemento.
Bhima ha oído hablar de Hanuman. Ha oído contar las hazañas de Hanuman y cómo ayudó al príncipe Rama a encontrar su amada Sita, quien había sido secuestrada en el jardín del palacio de una ciudad dorada, construida sobre una isla.
-He oído- dice Bhima – que para llegar a la isla lo hiciste de un salto. Te volviste gigante y saltaste con tanta fuerza desde la costa, que aplastaste la montaña que te aguantaba. ¿Podrías mostrarme esa forma tuya? ¿La que tomaste aquella vez? Pero la respuesta de Hanuman es negativa. Vivimos dentro de una secuencia de eras (yuga), que se suceden como una rueda. Una era perfecta, degrada inevitablemente a otra menos perfecta, que deriva en otra era peor, que deriva en otra era terrible, de la cual renace de nuevo otra era perfecta, la cual degrada en una era un poco peor, etc.
Entre era y era las normas físicas cambian ligeramente. Así se lo explicó Hanuman a Bhima. Hanuman es inmortal y sobrevive a los cambios de era, pero su forma cambia. Su famoso salto, Hanuman lo dio en una era anterior a la de Bhima, y Bhima no podría ver con los ojos de su era el cuerpo que Hanuman tuvo en otra anterior.
Y esta es una bella manera de hablar del pasado. Lo que pasó (itihasa) ya no se puede volver a ver. Se puede contar, pero contar no es ver. Así es el pasado, nunca se puede ver, y cuando se cuenta viene envuelto de confusión. ¿Cómo contar, por ejemplo, la separación de una pareja? ¿Quién se separó de quién, y en qué momento? ¿Cuándo empieza una separación? ¿Es posible marcar ese instante de manera objetiva, en la narración que nos hagamos del pasado? ¿O cómo contar un enamoramiento pasado? ¿En qué momento ocurre?
Y esto no significa que no haya una verdad y todo discurso sea relativo, sino algo más sutil e interesante. El Mahābhārata nos narra lo que le pasó al mundo, antes de que comenzara esta confusión que nos afecta, pero por mucho que nos lo cuente nunca lo podremos ver. Porque el Mahābhārata pasó en una era anterior a la nuestra. Toda representación de algo que ya ha pasado será interpretación.
Hasta aquí la introducción. Pero de lo que quiero hablar es de Krishna, y del sexto año de Respirar el Mahābhārata.
Krishna aparece en el Mahābhārata. Forma parte del entramado de personas que participaron en esa gran guerra que significó la caída de la era anterior a la nuestra. La guerra de la que habla el Mahābhārata.
<<Yo renazco siempre que el dharma esté en peligro>>, dicen que dijo Krishna. Krishna es la luna entre los luceros nocturnos, un príncipe entre campesinos, y un dios entre los guerreros, en la campo de batalla. Pero teniendo en cuenta de que por mucho que hablemos de Krishna, no lo veremos con los ojos de la era que lo vio, quiero dedicar este sexto año de Respirar el Mahābhārata a profundizar en la pregunta de ¿quién fue Krishna?
Cuando la guerra del Mahābhārata estaba apunto de comenzar Krishna no quiso tomar bando. Dio a elegir a los contrincantes entre dos opciones: los ejércitos que tenía bajo su mando, o a él. Un bando podría quedarse con todas las tropas y armas que comandaba Krishna, y el otro lo tendría a él entre sus filas, aunque sin luchar. Y claro que, sabiendo que Krishna es Dios nacido en la tierra, la elección correcta es él, y no sus ejércitos. Pero esta opción, si se nos presentara hoy, ¿sabríamos reconocerla?
¿Reconocería yo hoy, en esta era de la confusión, a Krishna si tuviera que elegir entre él y sus armas? Tengo la sensación de que esta elección se me presenta a diario, y varias veces. Y no sé si siempre la sé ver. ¿Cómo ver a Krishna, si se nos presenta, con los ojos de nuestra era? Ese será el hilo conductor de la indagación de este año que comienza: El sexto, de Respirar el Mahbharata, una performance de 12 años dedicada a la narración del Mahābhārata. Estoy muy contento de haber podido estrenar el espectáculo preparado durante el particular y convulso quinto año, con la actriz y cantante Gisele Cornejo y el director Toni Cots. Un espectáculo en versión presencial y en versión online, que todavía no ha terminado. El próximo domingo 20 haremos el último encuentro online de Respirar el Mahābhārata 5, una narración ritual del Mahābhārata y un taller sobre el Mahābhārata a la vez, que se repetirá en el futuro, tanto en formato presencial como online, si los dioses lo permiten.
Muy buen tema para este año. Y muy buena pregunta que dejas en al aire…
Sí, siento que va a hacer bien concentrarse ahora en Krishna, más allá del dogma y el cliché, para despejar los ánimos del 2020. Y es una preparación necesaria para entrar en lo que vendrá después: la Bhagavad Gita.
Gracias por comentar. Un abrazo.