Kunti, Maheshwari, tradición y compasión

Kunti es la madre del Mahabharata.

Kunti es una mujer, que ha sido bebé, niña y adolescente.

Kunti tuvo su primer período y aprendió a invocar.

[Gisele: Me llama la atención que Kunti aprenda la invocación cuando tiene sus primeros períodos. Tiene algo de iniciación femenina, porque el ciclo del período está conectado con los ciclos lunares, como lo micro y lo macroscópico, y la iniciación femenina está relacionada con la actitud de integrar y unir, como la mamá que reza siempre para que la familia esté junta.]

Pero Kunti, adolescente, invocó al dios del sol sin ser consciente del significado de la invocación.

Kunti quedó embarazada.

Confundida.

Aislada de su entorno.

Envuelta en una mentira, en una ocultación, Kunti pare en el bisque, a escondidas, un secreto:

(Gisele: ¿No sería mejor da a luz?)

El hijo del sol.

El bebé de la armadura dorada.

Su madre lo coloca en una cesta, por temor, y la Gran Diosa, hablando a través de su comadrona, le dice a Kunti:

-¿Qué puedes temer mientras yo siga viva?

Y Kunti le habla a su cesta:

-Hijo, ¿qué puedo hacer? Por temor a la vergüenza, te dejo, a pesar de que me seas caro como la vida.

Debo tener una fortuna excesiva, si puedo renunciar a un hijo tan auspicioso como tú. Que la Gran Diosa sin atributos, la Madre y señora de todos, bendecida por todos los atributos, te proteja. Que la que otorga todos los deseos te alimente con su leche.

Lamentablemente te dejo ir, a ti que has nacido del semen del sol en esta floresta solitaria, como una mujer confundida y sin rumbo. No sé cuándo volveré a ver tu cara de belleza incansable. ¡Me eres caro como mi mismo ser!

Viviré grandes penurias para expiar el pecado de abandonarte conscientemente en este bosque.

Kunti entrega la cesta a su comadrona con terror a que alguien la vea. Kunti se baña y permanece en casa de su padre con el miedo anclado en el corazón.

Un conductor de carros recogió la cesta.

Una cesta dorada que flota sobre la vibración insondable.

Una cesta dorada que flota sobre el océano celeste.

La cesta era la herramienta de la mujer en la edad de piedra; en ella recolectaba raíces comestibles, frambuesas, frutas y hojas, moluscos y caracoles para su familia.

Como símbolo mitológico, dicen que la cesta alude a la actividad de nuestra mente, recogiendo información en su cesta de la memoria.

El humano, en busca del sentido, encuentra significados en todas partes; recoge la información repartida por el universo en elementos infinitesimales e innumerables formas y situaciones, físicas y psicológicas. A medida que las descubre todas las coloca con cuidado, una a una, en su cesta.

La cesta mitológica reúne la tradición humana, recogida pepita a pepita, bajo los rayos del sol.

Porque Kunti es una mujer, pero a través de ella actúa también la Gran Diosa. Pues lo que el discurso espiritual llama La Madre es siempre una sola pero se aparece ante nosotros en diferentes aspectos; porque muchos son sus poderes y sus personalidades, muchas son sus emanaciones y encarnaciones (vibhuti) cumpliendo su trabajo en el universo. La Una a la que adoramos como la Madre es la Fuerza de la Consciencia divina que domina toda la existencia, el océano vibratorio en el que brilla la cesta dorada de Kunti. Y la Madre tiene tantos lados que seguir su movimiento resulta imposible hasta para la mente más veloz y para la más libre y vasta entre las inteligencias. La Madre es la consciencia y la fuerza de lo Supremo y ella crea desde las máximas alturas.

Pero algo de las maneras de la Madre Sagrada puede ser visto y sentido a través de las acciones y los cuerpos que toma y el más alcanzable, por ser más limitado y definido, temperamento de las formas de las diosas en las que consiente ser manifestada.

La Gran Emperatriz (Maheshvari) se sienta en la inmensidad sobre la mente y la voluntad pensantes y las sublima y engrandece en sabiduría y una amplitud que las desborda con un esplendor que llega mucha más allá de ellas. Pues ella es la sabia poderosa que abre para nosotros la infinitud de la vastedad cósmica supramental a la grandeza de la luz suprema, a la sala de los tesoros del conocimiento milagroso, al inmesurable movimiento de las fuerzas eternas de la Madre.

Ella es tranquila y maravillosa, enorme y para siempre calma. Nada la puede mover porque toda la sabiduría reside en ella; nada que desee saber se le puede esconder; comprende todas las cosas y todos los seres, y su naturaleza y aquello que los mueve y la ley del mundo y de sus tiempos y cómo todo fue, y es, y ha de ser.

Hay en ella una fuerza que lo encuentra todo y lo comprende y nada puede resistir, al fin, su vasta sabiduría intangible y su enorme y tranquilo poder. Ecuánime, paciente e inalterable en su voluntad, trata con las personas de acuerdo a la Fuerza y la verdad que hay en ellas. Parcialidad, no tiene ninguna, solo sigue los decretos de lo Supremo y a algunos los eleva y a otros deriva o aparta de sí hacia la oscuridad. Al sabio le otorga más luminosa sabiduría; a los que tienen visión les admite sus consejos; a los hostiles les impone las consecuencias de su hostilidad, al ignorante y alocado los guía de acuerdo a su ceguera. En cada persona expande y lleva los diferentes aspectos de su naturaleza de acuerdo a su necesidad y la urgencia de reciprocidad que se le pide. Aplica sobre la persona presión necesaria o la deja con su celebrada libertad para prosperar en las vías de la ignorancia o perecer. Pues ella no está, en última instancia, atada a nada, o apegada a nada en el universo. Aun así tiene más que nadie el corazón de la Madre Universal. Pues su compasión es ilimitada e inexhaustible; todos son bajo su mirada hijos suyos y porciones de lo Uno, incluso los demonios sin forma (Asura) y los monstruos (Rakshasa) y los fantasmas (Pisacha) y los que le son rebeldes u hostiles. Incluso sus rechazos son solamente un aplazamiento, incluso sus castigos son una gracia. Pero su compasión no ciega su sabiduría o desvía su acción del rumbo decretado; pues la Verdad de las cosas es su única preocupación, el conocimiento el centro de su poder y construir nuestra alma y nuestra naturaleza hacia la Verdad divina su misión y labor.

Esta es la presencia que acompaña a Kunti, la mujer. La vibración compasiva que sostiene la cesta luminosa, el hijo dorado del sol.

Gisele: Kunti, la madre del Mahabharata, vendría a estar relacionada con la luna llena en cuanto a estadio de consciencia. En la luna llena todo lo que está dentro y fue gestado durante el mes, sale, se manifiesta. Las brujas se juntaban en la luna llena porque era cuando se veía mejor para andar de noche en el bosque y porque los umbrales “entre mundos” están abiertos. Kunti es muy consciente de lo que pasa durante el Mahabharata. Cuando durante la guerra, su primer hijo abandonado crece y lucha contra los Pandava, los hijos menores de Kunti, que son sus hermanos, ignora sus orígenes semi-divinos y la identidad de su madre biológica, pero Kunti lo reconoce y sabe en todo momento de su secreto. Esta es la posibilidad de ver de la luna llena, que debe llevar consigo el poder de acoger; es el gran Sí de la energía femenina – el poder de recibirlo todo, incluso la negativa. Es el periodo durante el cual la luna refleja y recibe la mayor cantidad de luz solar. Recibir luz es recibir Conciencia, y esto es el poder de aceptar también decir que no cuando toca. Quizás es lo que lleva a Kunti a abandonar a su hijo en ese momento, sabiendo sobretodo que era un hijo muy especial.

Kunti representa una memoria que está en todas las mujeres, que tiene que ver con el poder de ver la belleza y la tragedia al mismo tiempo. Poder de dejarse impregnar por la vida sin resistirse, una cualidad de carácter femenino, que hombres y mujeres podemos encontrar dentro nuestro.

Gisele Cornejo es cantante, actriz y tarotista. Para el espectáculo del segundo año de este proyecto estamos trabajando juntos el contraste entre hombres y mujeres en este segundo tomo del Mahabharata. Gisele participará como actriz en el espectáculo del segundo año y es natural que la dinámica de los ensayos permee los escritos de este blog, que viene a ser un seguimiento poético de la evolución del proyecto.

Dado que trabajamos la dualidad y el contraste, es relevante que la voz de Gisele aparezca en el blog también identificada bajo su nombre y como una respuesta a mis escritos, en lugar de incorporarse de manera anónima al texto.

Fuentes literarias:

Medhanada – Archetypes of Liberation. Psychodynamics of Ancient Egypt. Identity Research Institute. Pondicherry, India.

Sri Aurobindo – The Mother. Sri Aurobindo Ashram Press, Pondicherry, India.

Veda Vyasa – Devi Bhagavata Purana. (Traducción: Swami Vijnanananda) Amazon Press, 2015

Veda Vyasa – Mahabharata

 

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