Establecer el sendero del Dharma es tan difícil como seguir a una serpiente en el bosque: pierdes su rastro entre la vegetación.
En tiempos de necesidad, un rey debe generar riqueza tanto de su propio reino como de otros, porque sin tesoro no hay Dharma.
También debe aliarse con bandidos si las circunstancias lo exigen.
(Apad Dharma Parva 130-131)

¿Pero qué es el Dharma?
No voy a hablar aquí de traducciones ni de etimología, sino de algo que arde con mucha más fuerza dentro de mí este año: la pregunta de cómo leemos. Y, también, ¿cómo miramos?

Me explico:
Estoy terminando un libro/juego que debería ver la luz en octubre, basado en una premisa poética. Cuando ponemos suficiente atención en la respiración, afloran en nosotros recuerdos sorprendentes y vívidos, aunque inconexos. Mi teoría es que estos son recuerdos “respiratorios”. Los pulmones asocian momentos en los que respiramos con el mismo ritmo, tensión o distensión, y así surgen las asociaciones mentales. Los recuerdos que aparecen pueden parecer banales, pero están ligados a situaciones en las que nuestra explicación de los hechos estaba disociada de cómo los vivíamos.

Durante gran parte de nuestra vida transitamos emociones, vivencias y aprendizajes para los que no tenemos nombre. Sin embargo, solemos imponernos una explicación a partir del discurso disponible: desde el “no está pasando nada” hasta interpretaciones psicológicas, políticas o espirituales, que nos llegan como discurso ya elaborado, pero que no se adaptan del todo a lo que realmente sucede o a cómo lo experimentamos. El sistema respiratorio recuerda esas disociaciones porque la respiración es una puerta misteriosa al secreto de la vida: respiramos porque vivimos y vivimos porque respiramos. Cuando sentimos cómo respiramos, sentimos cómo vivimos.

Volviendo a la etimología de palabras sánscritas que no comprendemos del todo, la palabra clave ātman deriva de las raíces at- o an-, que significan movimiento o respiración, más el sufijo -man, que convierte la palabra en un nombre abstracto. Podría traducirse como “el movimiento y la respiración”, pero, por extensión, ātman suele traducirse como alma, o se deja sin traducir (como dharma) y se idealiza como una sustancia u objeto —aunque sutil e imperceptible, como el sí mismo— que se esconde en nuestro cuerpo. Pero imaginemos cómo cambiaría nuestra lectura si, donde dice ātman, dijéramos respiración:

La respiración debería sostenerse en la misma respiración y no ser presionada o manipulada; la respiración debería ser amiga de sí misma y no enemiga [esto es yoga].
(En el capítulo más famoso del Mahabharata, la Bhagavad Gita 6.5, en lugar del habitual: “El ātman debe levantarse y no dejarse caer, porque el ātman debe ser amigo de sí mismo y no su propio enemigo”).

No quiero decir con esto que haya encontrado una forma más adecuada de traducir ātman, sino todo lo contrario. Lo importante para mí es señalar cuán rápido adaptamos lo que vemos a nuestros patrones conceptuales. Son procesos, como dice Vanessa Machado de Oliveira, más rápidos que el pensamiento.

Y el antídoto no sería proponer otra manera de pensar, porque eso sería seguir el mismo patrón. Una de las características principales de nuestra forma de pensar es creer en una sola verdad, expresada de una sola manera, frente a la cual el resto de narrativas son falsas.

¿Existe una sola realidad?
¿El tiempo transcurre siempre de la misma manera?
¿Existe una sola historia universal?
¿La historia de la humanidad es un único relato coherente de evolución?
¿Podemos separar la historia de la humanidad de las variaciones ecológicas del planeta?
Estas son algunas de las preguntas que propongo explorar, pero puedes añadir las tuyas.

En cuanto al Mahabharata, añado:
¿Cuando leemos un texto del Mahabharata, leemos una instrucción o debemos situar lo leído en el contexto de quién lo dice y dónde?
En el caso de la Bhagavad Gita, ¿las explicaciones de Krishna sobre la vida debemos entenderlas como atemporales o enfocadas al contexto, a quién se lo dice y cuándo?
¿Por qué hay dos Bhagavad Gita en el Mahabharata (Bhagavad Gita y Anu Gita)?

Ilustración de Yo Az